Mi hermano mayor que ahora es menor
Una página en blanco, un libro por escribir y la avalancha de imágenes e información me noquea, quedó intelectualmente inconsciente mientras en mi pecho se arma un tornado emocional que paraliza toda voluntad por escribir. Me digo, al fin y al cabo no soy escritora, soy psicoterapeuta. He pensando en dedicarme a escribir el libro cuando me pensione pero a este paso mi cálculos me dicen que me puedo pensionar a los 103 años y, primero, me niego a vivir tanto tiempo, segundo, no puedo cargar 71 años más de vida con esta historia en mi espalda. Debo “depositarla afuera”, que tenga una existencia aparte de la mía. Me encuentro, entonces, con esa avalancha de información, columnas, libros, podcasts contando la historia de las denuncias de mi papá, muestran los organigramas, los correos de mi papá, audios que se han convertido en memes, jijiji. Los periodistas haciendo su trabajo, sin embargo, llegaron tarde. ¿Sólo vale investigar cuando ya hay una tragedia?¿Por qué llegaron tan tarde? ¿Por