Mañana cumpliría años mi hermano



Mañana cumpliría años mi hermano. Me siento culpable porque nunca me quedó claro si cumplía el 18 o el 19 de febrero, entonces en mi mente siempre quedó que eran los dos días. Me siento culpable porque aún después de su muerte, todavía no tengo clara la fecha. Me da miedo olvidar la fecha, me da miedo olvidarlo, me da miedo dejar de sentir su presencia.

Tengo un pequeño recuerdo de cuando cumplió 15 años, vivíamos en barranquilla, él estaba jugando con los amigos del conjunto y mi mamá me dijo que lo llamara a cantar el cumpleaños con el ponque. Muerta de pena porque mi hermano era 5 años más grande que yo, le dije “Alejo, que ya tienes que subir a cantar el cumpleaños”, él me miró como soy un niño grande y estoy con mis amigos grandes, pero me dijo que ya subía. Sinceramente no sé porqué se me guardó ese recuerdo en la cabeza, tal vez porque ese día sentí a mi hermano más distante, más grande, mientras yo seguía siendo una niña


Mañana cumpliría mi hermano y estaría mayor. ¿Será que sus entradas estarían más grandes? ¿Tendría algunas canas? ¿Dónde pondría todas sus libretas y maleta? ¿Será que me perdonaría? Seguro se pasaría horas hablando con mi hermana de espiritualidad, sería mucho más sabio y sería el mejor papá. La verdad uno se puede pasar la vida imaginando escenarios inexistentes, no los trae de vuelta pero proyectarlos en un presente lleno de su ausencia es como hacer magia. Sin embargo, uno no se puede quedar ahí mucho tiempo porque la intensidad del choque contra la realidad es directamente proporcional al tiempo que se invierte en fantasías.

Tengo otro pequeño recuerdo de cuando mi hermano cumplió años y le regalé una pipa (jajajajaj) era tan ingenua que no sabía para qué servía, solo creí que le podía gustar porque era muy rústica y con decoraciones. Lo más curioso es que me dio las gracias muy amoroso y no fue sino hasta años después que me enteré de la utilidad de una pipa. Si bien mi hermano fue muy duro conmigo en mi adolescencia tardía ( y me lo merecía) agradezco la ternura y el amor que siempre lo caracterizaron. Mi hermano era refugio, hogar, nobleza, solidaridad y todos los valores de un hombre virtuoso de la edad griega.

Mañana cumpliría mi hermano. Le haré una pequeña celebración, ya sea una meditación, le cantaré o una canción o me comeré un pedazo de ponque. Mientras la vida de todos transcurre como cualquier otro día, yo celebraré con él su cumpleaños, en los días venideros seguiré procesando este duelo. Mañana cumpliría mi hermano.

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